El informe Atlas Mundial de Obesidad, de la Federación Mundial de Obesidad, estima que, para 2030, alrededor de 1.000 millones de personas en todo el planeta vivirán con exceso de peso.
Las cifras son alarmantes, ya que antes que termine esta década, en apenas siete años más, una de cada cinco mujeres y uno de cada siete varones tendrán obesidad.
La obesidad es la acumulación anormal o excesiva de grasa corporal que condiciona la salud del individuo. La OMS la define como una enfermedad crónica, multifactorial y neuroconductual compleja, debido a su origen, en en que intervienen las interacciones genéticas, epigenéticas y factores ambientales.
«La mayor cantidad de personas que viven con obesidad se encuentran en países de ingresos bajos y medios, con cifras que llegan a triplicarse en países de más bajos ingresos», indicó la Dra. Yaely Vaca, especialista de la Clínica Foianini.
En Bolivia, la obesidad es un factor que no sólo incide en las personas adultas, ya que, según UNICEF, el 35% de los niños y adolescentes en edad escolar sufren de sobre peso, lo que pone en riesgo su salud futura con la posible aparición de enfermedades como diabetes, hipertensión o diferentes tipos de cáncer.
¿QUÉ AFECCIONES PROVOCA LA OBESIDAD?
Varios estudios demuestran lo nocivo que puede resultar para la salud el exceso de peso:
- Problemas cardiovasculares: Hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca, angina de pecho, arteriosclerosis, infarto de miocardio, varices, tromboflebitis, úlceras varicosas y celulitis.
- Alteraciones metabólicas: hiperglicemia, intolerancia a la glucosa, resistencia a la insulina, diabetes, hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia e hiperuricemia.
- Problemas respiratorios: Asma bronquial, apnea nocturna.
- Problemas osteoarticulares: Aplanamiento de los cuerpos vertebrales de la columna, con neuralgias y espondilitis, artrosis generalizada (rodillas, caderas y columna lumbar) y atrofia muscular.
- Problemas digestivos: Dispepsia gástrica, acidez, flatulencias, digestiones pesadas, dispepsia biliar, úlcera gastroduodenal, estreñimiento, insuficiencia pancreática, etc.
- Problemas renales: nefroesclerosis con hipertensión arterial, albuminuria y retención de líquidos (edema).
- Problemas cutáneos: estrías, lesiones por rozaduras, caída de cabello, exceso de sudoración, úlceras y celulitis.
- Problemas gonadales: alteraciones menstruales.
- Problemas gestacionales: Diabetes gestacional, mayor incidencia preeclampsia, abortos, óbitos fetales y partos pretérminos.
- Problemas sexuales: disminución del deseo sexual e impotencia
- Problemas neurológicos: cefaleas, insomnio y múltiples trastornos psicosomáticos.
- Infecciones: aumento de las infecciones cutáneas y respiratorias.
- Problemas quirúrgicos y anestésicos: aumento de riesgo quirúrgico por otras complicaciones (cardíacas, pulmonares, metabólicas, etc.), aumento de la mortalidad operatoria proporcional al incremento de peso, dificultad para adoptar ciertas posiciones quirúrgicas, incremento de la dificultad en la realización de intubación y punción lumbar, complicaciones en la cicatrización, aumento de embolias y trombosis posquirúrgicas, mayor riesgo de infecciones posquirúrgicas.
- Problemas psicológicos: miedo, inseguridad, pérdida de autoestima, desordenes en las conductas alimentarias, distorsión de la imagen corporal, ansiedad, depresión, etc.
- Problemas sociales: angustia por presión social frente a su obesidad y su adelgazamiento, aislamiento social, dificultades para vestirse, asearse, usar transportes públicos, sobreprotección familiar, etc.
- Mortalidad aumentada por complicaciones como la diabetes, enfermedades cardiovasculares o cáncer.
- Tasa elevada de suicidios en comparación con personas con peso normal.
- Problemas oncológicos: aumento del riesgo de cáncer de próstata y colon en hombres y de cáncer de mama, endometrio y ovario en mujeres.
- Trastornos endócrinos más frecuentes en obesidad: Hipogonadismo Masculino (32,7%); Hiperandrogenismo en mujeres (9-25%); Hipotiroidismo Primario (14%); Hipotiroidismo subclínico (14,6%); Hipercortisolismo (0,5%).
CAMBIE SU ESTILO DE VIDA
La alimentación saludable y la actividad física son medidas efectivas para prevenir y controlar la obesidad. La Dra. Vaca recomienda que incorpore en su rutina diaria:
- Cuatro comidas al día: desayuno, almuerzo, merienda y cena, aumentando el consumo de frutas, verduras y de pescado.
- Elija productos lácteos preferentemente descremados.
- Disminuya el consumo de alimentos ultra procesados con mucha azúcar, grasa y/o sal como las golosinas, fiambres, embutidos y bebidas azucaradas. Solo dejarlos para ocasiones especiales.
- Limite el consumo de alcohol, aporta calorías y no aporta nutrientes.
- Realice al menos 150 minutos de actividad física a la semana a intensidad moderada y agregue dos sesiones semanales de ejercicios de fortalecimiento muscular.
Lograr bajar de peso y dejar atrás la obesidad es totalmente factible, pero requiere la determinación de la persona porque tiene que realizar un cambio en su estilo de vida que va desde una alimentación equilibrada, actividad física, apoyo farmacológico en algunos casos e incluso, terapia psicológica; además del apoyo del entorno más cercano a la persona y lo que es fundamental, del seguimiento y control médico adecuado.