“En esta Semana Mundial de la Lactancia Materna, valoremos a las madres que amamantan y asegurémonos de que reciban el apoyo que necesitan” OPS/OMS.
La lactancia materna no sólo es un periodo en que el apego entre la madre y su bebé se incrementa enormemente, sino que también es la mejor manera en que los recién nacidos pueden recibir los nutrientes necesarios para una sano crecimiento y desarrollo.
En esta nota el Dr. Ricardo Carazas, Neonatólogo de la Clínica Foianini, nos habla sobre los numerosos beneficios que ofrece la lactancia materna y cómo esta práctica puede influir positivamente en la salud y bienestar del bebé y la mamá.
Beneficios para la mamá
La lactancia materna favorece la recuperación postparto, ya que reduce el riesgo de hemorragias al ayudar al útero a volver a su tamaño normal más rápidamente y también contribuye a la pérdida de peso al quemar las calorías adicionales acumuladas durante el embarazo.
Además, disminuye el riesgo de desarrollar diversas afecciones, como cáncer de mama y ovario, osteoporosis a largo plazo y enfermedades autoinmunes.
Más allá de estos beneficios físicos, la lactancia materna refuerza el vínculo emocional entre madre e hijo al fomentar el contacto piel con piel y el tiempo de calidad juntos.
Beneficios para el bebé
La leche materna proporciona una nutrición completa con la mezcla adecuada de proteínas, grasas, vitaminas y minerales esenciales para el crecimiento y desarrollo saludable del bebé. También otorga al bebé una flora intestinal, llamada micro biota, específica para cada bebé, que le ayuda a mejorar y madurar su sistema inmunitario.
Además, apoya el desarrollo del cerebro, favoreciendo un buen crecimiento cognitivo en los primeros meses de vida.
Este estrecho contacto, durante la lactancia materna, proporciona al bebé una profunda sensación de seguridad y confort, fortaleciendo su bienestar emocional y creando una conexión afectiva duradera.
Consejos para una Lactancia exitosa
La lactancia materna puede presentar desafíos al principio, pero la paciencia y la persistencia son esenciales. Cada mamá y cada bebé son únicos, y encontrar el ritmo adecuado puede llevar tiempo”, indica el Dr. Carazas.
Por eso es importante, que consideres algunas recomendaciones:
- Infórmate sobre la lactancia antes del nacimiento del bebé.
- Consulta con especialistas en lactancia que puedan enseñarte algunas técnicas y ayudarte a resolver dificultades como el agarre inadecuado o el dolor durante el amamantamiento.
- Conversa con tu pareja, familia y entorno cercano sobre tu decisión de amamantar. Su apoyo y comprensión pueden ser fundamentales para una experiencia de lactancia exitosa.
- Durante el amamantamiento:
- Dale de mamar tanto de día como de noche, cuando él lo pida y hasta que quede satisfecho.
- Asegúrate de que el pezón esté lo más adentro posible en la boca del bebé.
- Evita ofrecer chupetes o biberones “de ayuda” a tu bebé, durante las primeras semanas, hasta que la lactancia esté bien establecida.
- Disfruta del amamantamiento; si sientes dolor, separa al bebé suavemente por un momento e inténtalo de nuevo.
- Cuida de ti misma y busca momentos de descanso.
Es importante que la lactancia comience desde la primera hora de vida del bebé y por recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se debe brindar leche materna a los bebés como modo exclusivo de alimentación hasta los 6 meses de edad.
Posiciones adecuadas para el amamantamiento
El Dr. Carazas manifiesta que la posición correcta para amamantar es la que sea más cómoda para la mamá, sentada o acostada. Si bien no existen reglas estrictas sobre qué posición adoptar, es importante tener en cuenta algunas recomendaciones sobre la forma de sostener al bebé.
Sentada o de cuna
Coloca la cabecita del bebé sobre la articulación del codo y dirígelo hacia tu pecho, sosteniéndole del pañal con la misma mano.
Semisentada o cruzada
Siéntate con la espalda erguida, coloca una almohada sobre tus piernas, recuesta a tu bebé y sostenlo con la mano del mismo lado del pecho que le darás.
Acostada
Recuéstate de costado y recuesta al bebé a un lado tuyo acercándolo hacia tu pecho.
Caballito
Sienta al bebé frente a ti y sobre tus piernas, con ayuda de tus manos sostén su cabecita y su cuerpo. Esta posición es ideal cuando el bebé está más grande.
Si tienes dudas sobre la lactancia, habla con tu ginecólogo durante el embarazo y con el neonatólogo o pediatra después del nacimiento. Ellos te brindarán el apoyo y la orientación que necesitas para tener una experiencia de lactancia exitosa.